Para salir de una lista de morosos a veces no basta con querer pagar la
deuda, sino que es preciso seguir un proceso farragoso que hay que formalizar
del modo correcto
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Una factura no pagada en los plazos de
vencimiento o el robo de una tarjeta de crédito cuyos gastos se adeudan al
titular son algunos de los casos por lo que se puede acabar incluido en una
lista de morosos. Es muy fácil entrar, pero a veces salir cuesta un poco más.
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Permanecer en una lista de morosos conlleva
innumerables problemas. La denegación de un crédito personal o una hipoteca,
la imposibilidad de acceder a ciertos productos y servicios financieros o el
"cierre del grifo" para contratar cualquier fuente de financiación
pueden ser algunos de los más inmediatos. Los principales ficheros de morosos
consultados por los bancos son el RAI, ASNEF o EXPERIAN, pero hay otros en
donde se puede estar si se tiene una deuda vencida o impagada con alguna
empresa, por muy pequeña que sea. Muchas veces son producto de un impago
realizado a voluntad, pero en otros casos se deben a un olvido o al hecho de
formalizar de forma errónea el proceso de baja de algún producto financiero
(seguro, cuenta corriente...) o de los principales recibos domésticos (luz, agua, telefonía,
gas...).
Proceso para abandonar
estas listas
La fórmula más sencilla para dejar de
formar parte de una lista de morosos es muy fácil. Consiste en cumplir con la
deuda y pagar lo que se debe. De esta forma se evita, además, el recargo de
abonos, penalizaciones, comisiones, etc.
1. Lo más importante es dirigirse
a la entidad que gestiona el listado de morosos, con el fin de solicitar la
cancelación y que se encargue de mandarla al acreedor.
2. Debe mandarse una
copia del Documento Nacional de Identidad y la documentación acreditativa sobre
la inexistencia de la deuda, para lo cual es obligatorio enviar los
justificantes de los pagos, a ser posible por burofax.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que
no se pueden ceder datos personales sobre la solvencia de un individuo durante
más de seis de años.
3. También se puede solicitar
la cancelación por no haber recibido el aviso de que sería inscrito en ese
registro. En este caso, debe manifestarse expresamente en el escrito para
evitar ser incluido en estas listas.
4. Si el usuario desconoce
la dirección del responsable del fichero de morosos, se puede solicitar en
la agencia Española de Protección de Datos, que los dará sin problema. El
titular del fichero deberá responder sobre la eliminación de la persona de sus
archivos en los diez días siguientes. Si los afectados no reciben una
contestación en ese plazo -o sea insatisfactoria-, pueden reclamarlo ante la
Agencia Española de Protección de Datos, siempre con la documentación
acreditativa de haber solicitado la cancelación de los mismos.
Consumer 2012
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